Lecciones de vida de Matthew McConaughey

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Matthew McCounaghey

Me gusta mucho conocer las lecciones de vida, de personas que han triunfado profesionalmente.

Este libro de Matthew McConaughey lo compró mi pareja Lady, y hoy se lo he cogido porque me ha dado intriga conocer un poco más de él.

¿De dónde surgiría su personalidad tan fuerte?

Cuando habla de su madre, sureña, la describe como una persona que dice «voy a» antes de poder hacerlo, «lo haría» antes de tener la posibilidad, y «allí estaré» antes de que la inviten.

Siempre le decía a sus hijos: «No entréis en un lugar como si quisierais comprarlo, entrad como si fuera vuestro»

Su padre era más rudo enseñando. Amaba la disciplina, la ética. La persistencia. El afrontar las adversidades, costase lo que costase, aunque fuesen las lágrimas de sus hijos.

¿Cómo era de pequeño?

Matthew era el típico ligón, bromista, y comunicador. Era guapo, y tenía mucha seguridad en sí mismo.

Y aquí llegó el punto, fíjate en esta gran diferencia entre personas que avanzan en sus sueños, y personas que dudan, que no lo intentan, o abandonan pronto.

 

  • Personas que abandonan pronto: se centran en los pros y contras de hacer algo. Cuando las contras le dan miedo, no avanzan. Si eres vendedor/a, es el típico pensamiento de duda que tienes antes de un cierre de venta, ¿me comprará? ¿le llamo ahora?. A mí me ha pasado muchas veces.
  • Personas que avanzan en sus metas: se centran específicamente en su meta. Les da igual si lo consiguen o no, saben que van a tener que afrontar obstáculos en el camino. Buscan la mejor manera, con sus recursos, de resolver la situación. Fin. Nada más. Es una gran diferencia.

 

Ejemplo del propio McConaughey: a Matthew le encantaba ligar, cogiendo un altavoz desde su ranchera y lanzando piropos a las chicas. Y lo conseguía a menudo. Un día decidió cambiar la ranchera por un deportivo rojo, para mejorar aún más sus resultados. No le funcionó. Había perdido su esencia divertida, bromista, pensaba que el coche lo haría todo por él, y su decisión se volvió en su contra.

¿Qué hizo ante la situación?

No lo dudó, volvió al concesionario para que le devolviesen la ranchera. ¿Lo ves?

Se centró en los resultados. No había tiempo de lanzar excusas, de quedarse paralizado. Se centró en su objetivo: ligar. Como le habían enseñado su madre y su padre, a su manera cada uno.

Llévalo a todas tus metas, a tus objetivos. Deja que la mente solamente tenga un foco: la solución. Buena suerte mi lector/a favorito/a.

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